El grado de desgaste del disco de freno afecta directamente el rendimiento de frenado y la seguridad del vehículo, por lo que es muy importante revisar y reemplazar el disco de freno desgastado a tiempo. A continuación se muestran algunas formas de juzgar el grado de desgaste del disco de freno:
Observe el grosor del disco de freno: el disco de freno suele tener un grosor mínimo permitido, una vez que el grosor del disco de freno es inferior a este estándar, es necesario reemplazarlo. Puedes consultar el manual del propietario de tu vehículo o realizar una consulta para determinar el espesor mínimo permitido del disco de freno.
Compruebe el estado de la superficie del disco de freno: toque la superficie del disco de freno con las manos. Si puede sentir la depresión o el desnivel, significa que el disco de freno se ha desgastado mucho. En este momento, es necesario reemplazar el disco de freno.
Observe el color de los discos de freno: si la superficie del disco es azul negruzca o brillante, el disco se ha sobrecalentado y es necesario reemplazarlo.
Verifique las grietas térmicas del disco de freno: Durante el uso del disco de freno, se generarán grietas térmicas debido a la alta temperatura, y estas grietas térmicas generalmente se distribuyen radialmente en la superficie del disco de freno. Si el agrietamiento por calor es evidente, entonces es necesario reemplazar los rotores de freno.
En definitiva, para garantizar el rendimiento de frenado y la seguridad del vehículo, se recomienda comprobar periódicamente el grado de desgaste del disco de freno y sustituirlo si es necesario. Si no está seguro de cómo inspeccionar o reemplazar los rotores de freno, busque el consejo de un técnico profesional.